San Cristóbal, R..- Como si fuera una maldición, durante décadas miles de personas residentes en las periferias de los ríos Nigua y Yubazo, han sufrido las consecuencias y los embates de estas dos fuentes acuíferas, donde ha habido cuantiosas pérdidas de vidas humanas y económicas.
domingo, 18 de mayo de 2014
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