El municipio Bajos de Haina tiene solo 39.7 kilómetros cuadrados. Es una ciudad relativamente pequeña que gracias a sus industrias mueve entre el 20 y el 25% del Producto Interno Bruto nacional, según las estadísticas de la Asociación de Industriales y Empresas de Haina y Región Sur (AIE).
Aquí se levanta la única Refinería Dominicana de Petróleo (Refidomsa), dos de las mayores generadoras de electricidad -Empresa Generadora de Electricidad Haina e Itabo S.A-, nace el puerto marítimo de mayor movimiento comercial que maneja el 60% de las cargas de importación y exportación, tiene una de las zonas francas más grandes (del parque industrial Itabo) y operan otras 50 industrias que se dedican desde la comercialización de materiales de construcción, papelerías, empaques hasta farmacéuticas. Y solo empresas alimenticias existen entre siete u ocho, formales. El presidente de AIE, Eduardo de Castro, es quien detalla todos estos datos para terminar en estimaciones: este municipio es anfitrión de entre un 10 a un 20% de la industria nacional.
Tantas razones tiene Haina para ser modelo de desarrollo económico, pero en ningún caso sus aportes se manifiestan ni en sus calles ni en la manera de vivir de sus habitantes. Y un ejemplo incluso irónico son los apagones que tiene la ciudad aun cuando dos de las generadoras de energía están aquí. Este municipio, ubicado a unos 20 kilómetros de Santo Domingo, tiene una densidad poblacional altísima: 3,130 habitantes por kilómetro cuadrado. Eso es muchos más que Santiago que tiene 1,458 y casi tres veces La Vega, que ronda una densidad de 1,386 habitantes por kilómetro cuadrado.
Precisamente la relación de espacio y asentamiento humano es el primer problema del municipio que menciona el presidente de Eco-Haina, Darío Solano, cuando se le pregunta sobre los retos del municipio al que pertenece. Solano, que dirige esta institución dedicada al fomento del medio ambiente, la cultura y desarrollo, dice que Haina ha tenido un crecimiento poblacional desordenado, al punto de que todas las cañadas están habitadas. “Aquí hay zonas donde por cualquier gota de agua se inunda, porque no son zonas habitables. ¿Cómo es posible que una zona no habitable tenga entre 100 y 200 familias?”, se cuestiona. Para el 2010, el IX Censo Nacional contabilizó 124,193 habitantes en Bajos de Haina.
Esta ciudad tampoco es bonita. Sus calles estrechas, de constantes curvas y desniveles y su infraestructura dan la impresión de que se está caminando por cualquier barrio de la capital con vías asfaltadas. Es muy difícil ver áreas verdes dentro de la ciudad o plazas atractivas. Aquí, los negocios informales abundan y las calles tienen un dinamismo exquisito, con comercios de todo tipo. Esta descripción va muy de la mano con las quejas del presidente de AIE que menciona el problema de ordenamiento y dice que los vendedores informales “hacen que la ciudad se vea fea”.
Otro aspecto que persigue como sombra a Haina es que estuvo entre las 10 primeras ciudades más contaminadas del mundo, según el Instituto Blacksmith que mide los niveles de contaminación de las localidades a nivel mundial.
Pero esta fama parece haber quedado en el pasado. En su último informe del 2013 colocado es su web, Blacksmith analiza de Haina que tiene “la historia de éxito más grande” que ellos podrían mostrar. Y esto porque en 1997, estudios realizados arrojaron en niños haineros una concentración promedio de plomo en sangre de 71 ug/dl (microgramos de plomo por decilitro de sangre). En 2009 otro análisis reveló 25 ug/dl en niños evaluados y en 2010 otra vez se midieron los niveles de plomo en sangre de niños y el resultado quedó por debajo de los estándares internacionales. “Se prevé que estos niveles son ahora por debajo de 5ug/dl, aunque se requiere un muestreo adicional para confirmar esta suposición”, indica el mismo informe.
Eduardo de Castro pone en evidencia que a pesar de que durante años Haina fue cuestionado por su contaminación, las empresas que laboran aquí nunca han sido llevadas a la justicia. “Una de las cosas que dijimos cuando estaba esta campaña de descrédito es que nosotros tenemos una procuraduría de medio ambiente y no hemos visto un solo sometimiento Hay un Ministerio de Medio Ambiente y una procuraduría”, recuerda y menciona también que el Ministerio hace su Informe de Cumplimiento Ambiental (ICA) y si alguna entidad viola los requerimientos legales, “tiene una sanción bastante alta y hasta ahora no hemos recibido sanciones”.
Empleabilidad
Las estadísticas de la ONE del 2010 contabilizaban 43,303 personas económicamente activas, de las cuales 40,042 estaban ocupadas y 3,261 no tenían empleo. Para esa misma fecha, la cantidad de empleados de zonas francas ascendía a 11,516, según números de la Oficina Nacional de Estadística. Pero tener muchas empresas no se traduce en trabajo para los locales. El presidente de AIE explica que existen puestos muy especializados, por lo que las industrias no hallan en Haina mano de obra entrenada. Pero gracias a esta situación es que nace, como iniciativa industrial, el Instituto Politécnico de Haina (IPHA), para que las firmas pudieran contratar a la gente del municipio. “El Politécnico está diseñado para darle capacitación a la mano de obra de pobladores de Haina, de manera que puedan ser insertados en las industrias de nuestro municipio”, dice la directora del plantel, Evelin González.
Las carreras técnicas que aquí se imparten, como mecánica industrial y electrónica industrial, fueron detectadas a través de una encuesta donde se midió las necesidades del mercado productivo de Haina, según explica González. También dice que el 85% de sus alumnos hace pasantía y que entre un 20 a un 25% quedan como empleados fijos. “Podemos decir que de los 1,329 egresados, 1,129 han hecho su pasantía y de esos han quedado colocados 285 al momento de concluir sus estudios”, agrega.
Darío Solano es de los que creen que los empleos que se generan desde zona franca no aportan al desarrollo, sino que son generadores de pobreza. “En Haina tiene que darse una discusión sobre la cantidad y la calidad de los empleos”, apunta.
Desarrollo de Haina arrancó en la dictadura
Fue durante la dictadura de Trujillo cuando Bajos de Haina, provincia San Cristóbal, comenzó a experimentar un repunte industrial. En la década 50 arrancó el ingenio “Central Río Haina”, considerado el mayor de su categoría en el mundo, y se construyó el puerto que luego iría expandiéndose con una segunda terminal del lado oriental, correspondiente a Santo Domingo.
La Corporación de Fomento Industria (CFI) creada en 1962 para administrar los bienes del tirano a su muerte, también fue motivo de empuje del desarrollo de los parques industriales de esta localidad industrial.
3,130
La densidad poblacional de Haina es de 3,130 habitantes por kilómetro cuadrado, casi tres veces La Vega.
Por Natalí Faxas / El Caribe
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