Al recibir la llamada de una periodista del prestigioso periódico Diario Libre, quien me comunicó la agradable noticia de mi preselección como Hombre del Año (Diario Libre 2013), tuve que reflexionar sobre las razones que pudieron llevar a tal nominación.
Lo cierto es que me costó esfuerzo comprender, qué he podido hacer yo, para estar al lado de personalidades que se destacan día a día en diferentes facetas de la vida pública nacional.
Seguí leyendo los pormenores de la nominación, según las informaciones que me brindó la distinguida profesional de la comunicación; y de repente recibo una llamada desde la recepción de mi despacho por la que me comunican que hay una comisión que viene a tratarme un problema de salud que padece uno de sus familiares y que necesitaban una mano amiga. Interrumpo el tema de la nominación y me pongo en actitud de recibir a las personas, quienes me expusieron con lujos de detalles, en un lenguaje llano pero cargado de mucha sinceridad lo que les sucedía.
Ellos apenas procuraban una ayuda humanitaria para calmar el dolor que padece uno de los suyos, producto de una enfermedad terminal. Accedí a responder a la ayuda económica y las personas se marcharon con un rostro de esperanza.
Volví a quedarme solo en mi oficina, aunque esta vez sentía tener una respuesta y era precisamente la mirada de mis compueblanos, al darme las gracias con un rostro renovado y cargado de fe y entusiasmo. Ellos me ayudaron a entender que quizás, algunos años después, si Dios todopoderoso me otorga el favor de seguir entre los míos, haciendo lo que él y mi corazón me predican, podré ser merecedor de este tipo de reconocimientos.
Mientras tanto solo me queda agradecer sinceramente al Grupo Omnimedia S. A. y al señor Adriano Miguel Tejada, esta gran distinción; y sobre todo agradecer a mi gente de Haina, quienes con su vocación incansable de trabajo y superación me convencen todos los días que “Se puede…”
Atentamente: Osvaldo Rodríguez
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