Cuando los ricos y acaudalados en dinero se proponen sus objetivos, resulta difícil para comunidades pobres y con muchas precariedades hacer frente al deseo desbordante de la clase poderosa, que por lo normal impone su decisión por encima de todos, inclusive, de las autoridades.
Tal es el caso de la envasadora que a través del tiempo a querido levantarse en los terrenos que en una época se denominaban Los Contreras, la cual siempre ha recibido el rechazo de las personas que viven en los zonas aledañas al establecimiento. En aquella ocasión moradores de los sectores de Villa Lisa, Villa Penca, San José, Barsequillo y Haina en general se movilizaron en contra de Credigas.
Ahora nuevamente reaparecen como sino basto la oposiciones aquellas, que los vecinos fundamentaron en las cercanía existente con la escuela Club Unión Juvenil, así como también el Centro Médico Haina y por demás está decir que bien cerca hay viviendas de personas que lograron hacer sus casas en base al esfuerzo que conlleva hacer una techo para una familia de la clase desposeída.
A lo mejor repitan lo de aquella ocasión, cuando en febrero del 2009 los dueños de la envasadora alquilaron una autobús y lo llevaron al ayuntamiento, lleno de una "claque" que por dádivas se prestó a favorecer a esos mercenarios, diciendo, vitoreando y aplaudiendo que estaban de acuerdo con la planta de gas.
Hoy la historia se repite y coloca en el lugar de los hechos a autoridades que pertenecen al entorno del referido lugar, quienes algunos ya se han pronunciado en contra de una envasadora que nadie pidió, quiera Dios y sea la voluntad del altísimo, que como en aquella epopeya bíblica donde David derrotó al filisteo Goliat, en este caso los más pobres puedan contar con el amparo de la justicia, divina y terrenal.
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